Según la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en 1989, entre los derechos fundamentales de la
infancia se encuentran el derecho a la supervivencia, al desarrollo y a la protección.
Estos no pueden entenderse sin tener en cuenta otro derecho importante como es el
de la Salud Mental. De manera que debemos integrar y normalizar que los menores
también necesitan recibir una atención psicológica y psiquiátrica adecuada a sus
demandas.
La psicoterapia infantojuvenil se enfoca en ayudar a niños y adolescentes a enfrentar y
superar una variedad de desafíos emocionales, conductuales y de desarrollo, teniendo
en cuenta el contexto y la etapa vital en la que se encuentran. Por lo que este enfoque
terapéutico se adapta a las notables diferencias en la forma en que los niños y
adolescentes procesan y expresan sus emociones, además de, en cómo interactúan
con el mundo que les rodea.
Uno de los objetivos iniciales de este tipo de psicoterapia es el de la creación de un
ambiente seguro y de confianza donde se sientan cómodos expresando sus
pensamientos y sentimientos, empleando para ello técnicas basadas en el juego, el
arte, la música y la conversación.
Otro aspecto a tener en cuenta en la intervención con menores es la importancia de la
implicación y participación de los padres o cuidadores en el proceso. El trabajo
conjunto va encaminado a fortalecer las relaciones, mejorar la comunicación y
promover un entorno de apoyo que favorezca el crecimiento y la salud mental de
todos los miembros de la familia.
En definitiva, la psicoterapia infantojuvenil es una herramienta esencial para ayudar a
los niños y adolescentes a superar sus retos emocionales y conductuales, y a
desarrollar las habilidades necesarias para prosperar en todas las áreas de sus vidas.
En Sanae Psicología, desde un enfoque empírico y respaldado por la evidencia,
abordamos una variedad de problemas que afectan a la infancia y a la adolescencia,
como los siguientes:
• Trastornos del estado de ánimo
• Ansiedad
• Trastornos del sueño
• Problemas de atención
• Impulsividad
• Problemas de conducta
• Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)
• Bajo rendimiento escolar
• Miedos
• Control de esfínteres
• Dificultades relacionales o baja autoestima
• Trauma
• Duelo
Según la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en 1989, entre los derechos fundamentales de la
infancia se encuentran el derecho a la supervivencia, al desarrollo y a la protección.
Estos no pueden entenderse sin tener en cuenta otro derecho importante como es el
de la Salud Mental. De manera que debemos integrar y normalizar que los menores
también necesitan recibir una atención psicológica y psiquiátrica adecuada a sus
demandas.
La psicoterapia infantojuvenil se enfoca en ayudar a niños y adolescentes a enfrentar y
superar una variedad de desafíos emocionales, conductuales y de desarrollo, teniendo
en cuenta el contexto y la etapa vital en la que se encuentran. Por lo que este enfoque
terapéutico se adapta a las notables diferencias en la forma en que los niños y
adolescentes procesan y expresan sus emociones, además de, en cómo interactúan
con el mundo que les rodea.
Uno de los objetivos iniciales de este tipo de psicoterapia es el de la creación de un
ambiente seguro y de confianza donde se sientan cómodos expresando sus
pensamientos y sentimientos, empleando para ello técnicas basadas en el juego, el
arte, la música y la conversación.
Otro aspecto a tener en cuenta en la intervención con menores es la importancia de la
implicación y participación de los padres o cuidadores en el proceso. El trabajo
conjunto va encaminado a fortalecer las relaciones, mejorar la comunicación y
promover un entorno de apoyo que favorezca el crecimiento y la salud mental de
todos los miembros de la familia.
En definitiva, la psicoterapia infantojuvenil es una herramienta esencial para ayudar a
los niños y adolescentes a superar sus retos emocionales y conductuales, y a
desarrollar las habilidades necesarias para prosperar en todas las áreas de sus vidas.
En Sanae Psicología, desde un enfoque empírico y respaldado por la evidencia,
abordamos una variedad de problemas que afectan a la infancia y a la adolescencia,
como los siguientes:
• Trastornos del estado de ánimo
• Ansiedad
• Trastornos del sueño
• Problemas de atención
• Impulsividad
• Problemas de conducta
• Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)
• Bajo rendimiento escolar
• Miedos
• Control de esfínteres
• Dificultades relacionales o baja autoestima
• Trauma
• Duelo
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