¿Alguna vez has oído aquello de que los psicólogos estudiamos esta carrera porque “tenemos nuestros propios problemas que resolver”? Te lo pregunto porque hay ocasiones en las que esta expresión tiene algo de verdad. Desde luego, los psicólogos tenemos nuestra historia, nuestros problemas y nuestras propias necesidades vitales y en mi caso, mi historia también ha influido en gran medida en mi decisión de estudiar y prepararme para ejercer esta profesión.

La curiosidad por entender el procesamiento emocional y el comportamiento del ser humano atendiendo a su contexto, me ha llevado a informarme y formarme en esta profesión hasta su aplicación tanto en lo personal como en el contexto de trabajo. No obstante, también es necesario tener presente que una preparación adecuada, requiere mantener al margen de la consulta la propia historia del profesional, por lo que no es necesario haber vivido las mismas experiencias que nuestros pacientes para poder ejercer adecuadamente, sino disponer de ciertas habilidades que nos permitan empatizar y comprender, además de tener las herramientas adecuadas para atender a las personas que recurren a nuestros servicios.

Ahora que conoces algunos de los motivos, te cuento un poco del recorrido:

Me gradué en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Tras formarme en piscología educativa y clínica, me decanté por esta última, completando mis estudios de Máster en Psicología General Sanitaria por la Universidad Europea de Madrid, obteniendo así mi habilitación como psicóloga sanitaria. Durante mis años de formación, adquirí conocimientos en terapia sistémica, humanista y especialmente, cognitivo-conductual, siendo esta el eje de mi intervención. Soy colegiada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, con número M-31406.

A nivel profesional, mi experiencia se ha desarrollado en el ámbito de la psicología clínica, desde la intervención con niños y adolescentes, hasta adultos y familias. He colaborado con organizaciones como ANAR, centrada en la atención a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad y en la orientación a adultos conocedores de dichas situaciones y problemáticas. En cuanto a la clínica privada, mi trabajo con adultos se ha dado de forma individual y familiar, abordando diferentes problemáticas y dificultades como los relacionados con la conducta, alteraciones del estado de ánimo y los trastornos de personalidad.

Mi objetivo siempre ha sido dedicarme a la psicología clínica desde un trato cercano y adaptado a cada persona y caso. Considero de vital importancia la formación y actualización constante para poder ofrecer una atención de calidad a cada uno de los pacientes. A lo largo de mi trayectoria, he acompañado en su proceso a personas de varias culturas y tradiciones, con diferentes historias y recursos, lo que creo que potencia la eficacia de un tratamiento y amplía mi aprendizaje y dedicación en una profesión de la que disfruto ejerciendo y de la que aprendo a diario.